lunes, 3 de enero de 2011

Europa, Europa (II)


La Comisión ha publicado el 20 de diciembre una Comunicación en la que destaca los problemas fiscales más graves a los que se enfrentan los ciudadanos de la UE en situaciones transfronterizas y anuncia planes para buscar soluciones. Cuando los ciudadanos se trasladan, trabajan o invierten en un país extranjero pueden ser objeto de una doble imposición fiscal y encontrar dificultades al reclamar devoluciones de impuestos o solicitar información sobre normas fiscales extranjeras. La Comunicación anuncia medidas en algunos aspectos, como los ingresos de un país a otro, los impuestos de sucesión, los impuestos sobre los dividendos y de matriculación, así como el comercio electrónico. La Comunicación de hoy también tiene por objeto determinar si pueden adoptarse otras medidas, tanto a escala nacional como de la UE, para que los sistemas fiscales de los Estados miembros sean más compatibles y no disuadir así a los ciudadanos de emprender actividades transfronterizas.
Algirdas Šemeta, Comisario de Fiscalidad, Unión Aduanera, Lucha contra el Fraude y Auditoría, ha declarado lo siguiente: «La fiscalidad tiene un papel fundamental que desempeñar en la consolidación del mercado interior y en la construcción de una economía europea fuerte y sostenible. Unas políticas fiscales adecuadas pueden fomentar el empleo, la inversión y el crecimiento. La Comunicación de hoy constituye un paso más hacia la anulación de los obstáculos fiscales y el fomento de una fiscalidad justa dentro de la UE, para que los ciudadanos puedan disfrutar de todos los beneficios que ofrece el mercado único.».
Problemas por resolver
Todos los años, los problemas fiscales transfronterizos representan una parte considerable de todas las reclamaciones y dudas que los ciudadanos de la UE envían a la Comisión. Las reclamaciones cubren una amplia gama de aspectos: desde las dificultades relacionadas con la complejidad de las normas fiscales extranjeras, hasta la falta de información clara a los extranjeros y la incompatibilidad de sistemas en los diferentes Estados miembros. A los trabajadores fronterizos les resulta difícil obtener desgravaciones, exenciones y deducciones fiscales ante las autoridades tributarias extranjeras y suelen ser objeto de doble imposición. Los ciudadanos que adquieren propiedades en países extranjeros se quejan con frecuencia de que no se les aplican exenciones fiscales o que deben pagar impuestos sobre la propiedad más elevados que los residentes, mientras que trasladar o comprar coches al otro lado de la frontera supone pagar por duplicado el impuesto de matriculación. Las personas que tienen rentas procedentes de inversiones en otro país encuentran problemas a la hora de reclamar derechos de exención de la retención a cuenta aplicados por países extranjeros.
Muchas personas con fondos de pensiones extranjeros tienen problemas con las deducciones y las transferencias de un país a otro, mientras que las herencias procedentes de otro Estado miembro suelen estar sujetas a derechos de sucesión más elevados o a una doble imposición. El comercio electrónico se ve gravemente amenazado por los obstáculos fiscales, por ejemplo normas complicadas de aplicación del IVA y obligaciones en materia de suministro de información, por lo que solo el 7 % de los productos comercializados dentro de la UE se han comprado por Internet desde otro Estado miembro.
La mitad de los procedimientos de infracción en materia de fiscalidad que la Comisión inicia cada año tienen relación con denuncias de ciudadanos. No obstante, las infracciones no lo resuelven todo. La mejor manera de solucionar problemas como la doble imposición y las complejidades administrativas consiste en establecer una cooperación adecuada entre Estados miembros. De acuerdo con la Comunicación de hoy, los Estados miembros deben crear y aplicar medidas y prácticas fiscales que no disuadan a los ciudadanos de emprender actividades transfronterizas. También deben coordinarse más estrechamente entre ellos para evitar que normas fiscales desarmonizadas supongan obstáculos y barreras al mercado interior.
Resolver los problemas
La Comisión pretende incrementar sus esfuerzos para contribuir a que los sistemas fiscales de los Estados miembros sean más compatibles y proponer medidas concretas para evitar o eliminar los problemas de fiscalidad que afectan a los ciudadanos de la UE. La Comunicación establece varias iniciativas en este ámbito. Entre ellas se incluye:
  • Una Comunicación sobre doble imposición en 2011, que examine el alcance y la gravedad de este problema en toda la UE, seguida de propuestas legislativas en 2012 que propongan soluciones.
  • A mediados de 2011, propuestas para solucionar los problemas transfronterizos vinculados al impuesto de sucesiones.
  • Medidas par resolver el problema de la doble imposición que se plantea cuando se matricula primero un coche en un Estado miembro y luego se traslada a otro, donce se vuelve a matricular.
  • Ampliación del sistema de la «ventanilla única» al comercio electrónico para que las obligaciones de las empresas en materia de suministro de información sean mucho más sencillas y les sea más fácil ofrecer bienes y servicios por Internet a los consumidores extranjeros. Los obstáculos al comercio electrónico también pueden resolverse con la revisión del régimen del IVA de la UE, en relación con la cual se ha abierto una consulta (véase IP/10/1633).
  • Propuestas en 2012 para solucionar los problemas relativos a la fiscalidad de los dividendos transfronterizos.

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