La innovación disruptiva describe el proceso por el cual un producto o servicio con aplicaciones sencillas que al principio está situado por debajo de la línea que marca el mercado, de repente moviliza el mercado, desplazando a los competidores previamente establecidos.
La innovación disruptiva permite a una nueva población de consumidores acceder a un producto o servicio que era únicamente accesible a los consumidores con mucho dinero.
Las características de las empresas disruptivas, al menos en sus primeras etapas, pueden incluir: márgenes brutos más bajos, mercados objetivos más pequeños, y productos y servicios más simples que es posible que no parezcan tan atractivos como las soluciones ya existentes pero que por el contrario aportan una propuesta de valor diferente creando nuevas necesidades. Es este, sin lugar a duda, el gran error de las compañías previamente establecidas, el echo de no prestarles la suficiente atención porque no ser sus competidores dejándolas crecer hasta que sea demasiado tarde.
Habitualmente estos productos disruptivos son más fáciles de usar, fiables y baratos que los productos disponibles actualmente en el mercado, de modo que pueden captar el interés de nuevos segmentos de consumidores y, en muchos casos, desplazar a largo plazo a los productos tradicionales.
Tradicionalmente la innovación se ha asociado a la idea de discontinuidad. Un producto es tanto más innovador cuanto más rompe con las formas tradicionales de cubrir una necesidad y aporta ventajas más diferenciales, aunque probablemente a cambio de exigir cambios de comportamiento en los usuarios y en el mercado.
Debido a que las compañías suelen innovar más rápido que lo que cambian las vidas de los consumidores, muchas organizaciones terminarán fabricando productos o proporcionando servicios que sean demasiado buenos, demasiado caros e inconvenientes para muchos clientes.
La actual tendencia la está marcando la industria farmacéutica en donde empresas pequeñas están proporcionando innovaciones a cambio de ser compradas por estas grandes multinacionales, la explicación a esta nueva tendencia es que los mercados bursátiles no ven con buenos ojos las innovaciones disruptivas y castigan a las grandes empresas con la reducción del precio de sus acciones y en su valor de mercado. Así pues la innovación será bienvenida por empresas nuevas financiadas con capital riesgo. De esta manera se producirá en un futuro la subcontratación de la innovación y esto nos lleva de nuevo a un concepto anteriormente mencionado en este blog: la innovación abierta.
Disruptive Innovation – Clayton Christensen II
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